Diego Ventura hace historia con cinco orejas y un rabo, primer rejoneador que lo consigue en Las Ventas

sábado 09 de junio del 2018 - Reseña




Gran corrida de Los Espartales y una tarde para el recuerdo de esta plaza en la que Diego Ventura reventó Las Ventas cortando cinco orejas y un rabo. Andy Cartagena le acompañó a hombros. 

El primero de la tarde se movió en los medios aunque le faltó desplazamiento. Con Picasso toreó Andy Cartagena en redondo. Precioso el caballo Bandera con el que colocó dos largas y cerró con Pintas. Doma de alta escuela y oreja tras pinchazo y rejón entero. El tercero manseó de salida. Costaba que entrara la gente en faena por la condición del astado que revolcó al auxiliar Tiago Santos. Sacó a Luminoso y lo desplazó a dos manos provocando la algarabía en el tendido. Saludó ovación tras rejón entero. Sobre Cupido clavó dos pares de banderillas, recreándose con varios adornos delante de la cara del animal y poniéndole la emoción que le faltaba al toro. Volvió a sacar a Pintas y a dos manos colocó dos pares de banderillas. Una rosa en todo lo alto y varios desplante muy toreros precedieron a un rejonazo en todo lo alto. Cortó otra oreja con la que conseguía su décima Puerta Grande.

El segundo recibió un solo rejón de castigo. Diego Ventura a lomos de Nazarí bordó el toreo a caballo y levantó al público tras llevar a dos pistas hilado al astado por toda la circunferencia del ruedo. Cerró con Remate con un carrusel de cortas y un rejón certero y de rápido efecto que le valieron dos orejas. Espero al cuarto con la garrocha en la puerta de chiqueros. Ante la quietud del astado en los primeros compases de faena lo hizo todo Ventura. Con Fino puso banderillas al quiebro saliendo con piruetas de la cara. Con Bronce en banderillas lo templó y el éxtasis llegó a lomos de Dólar poniendo un par a dos manos sin cabezada. El rejón fulminante fue el preámbulo de las dos orejas y rabo. Ventura esperó al sexto con Guadalquivir, cara a cara, en el mismo anillo del ruedo al que le colocó un  rejón de castigo. Cosió de nuevo al toro a la barriga de Nazarí, sobre el que colocó dos grandes pares de banderillas. A lomos de Lío clavó dos al quiebro. Tras dejar un pinchazo y medio rejón, cogió la muleta para darle dos molinetes antes de coger el descabello y cortar otra oreja. 

 
22.809 espectadores



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