EL COTILLO


Divisa

EL COTILLO

Propietario

D. Agustín Collado Cecilia.

Representante

D. Agustín Collado Cecilia.

Señal

Despuntada la izquierda y hendida la derecha.

Fincas

Despuntada la izquierda y hendida la derecha.

Procedencia

Domecq Díez (Jandilla).

Antigüedad

27/07/2023

Antecedentes

Esta ganadería ingresó en la Asociación de Ganaderías de Lidia en 1986 y entre ese año y el 2000 se formó con reses adquiridas a don Javier Camuñas, de la ganadería que este había formado en 1985 con el nombre de El Tesorero. En esta última ganadería había reses de Bohórquez y de Atanasio Fernández aunque la sangre predominante fue finalmente la de Domecq Díez tras la compra de 79 vacas y dos sementales con el hierro de Jandilla. La ganadería El Cotillo solicitó en 2001 el ingreso en la Unión de Criadores y tras lidiar los festejos reglamentarios con resultado satisfactorio fue admitida en la UCTL en el año 2004.

Encaste

ENCASTE JUAN PEDRO DOMECQ DÍEZ El fundador de esta estirpe de ganaderos, Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, compró a principios de 1930 la ganadería del Duque de Veragua a Manuel Martín Alonso quien se había hecho con el hierro ducal dos años antes. Domecq y Núñez de Villavicencio debutó con una novillada en 1931 en la plaza de Cádiz. La primera ocasión que lidia en Las Ventas fue precisamente en la corrida de inauguración. Pero la historia de este encaste circula por buen camino desde el principio, Juan Pedro hace caso de las recomendaciones que Ramón Mora Figueroa le dio con buen tino, por lo que adquirió al Conde de la Corte cuatro sementales: Llorón, Carabello, Chucero y Bodeguero y dos puntas de vacas entre 1930 y 1931. Tras el fallecimiento en 1937 de Juan Pedro Domecq se encarga de la ganadería su hijo, Juan Pedro Domecq y Díez. Tanto sus compañeros ganaderos como analistas y toreros han declarado que creó un encaste propio, depurando y mejorando el concepto bravura. Dio paso a una nueva definición de bravura, desde que sale el toro de toriles hasta que muere, lo que él denominó “bravura integral”. Los toros de este encaste suelen ser bajos de agujas, finos de piel y de proporciones armoniosas. Las encornaduras son buenas, tienen un desarrollo medio, pudiendo crecer en forma de gancho o gatillo (engatillados). El cuello es largo y descolgado, el morrillo bien desarrollado y la papada no es muy desarrollada. Los pelos predominantes son negros, colorados, castaños, tostados; los jaboneros y ensabanados aparecen por la influencia de la casta Vazqueña, algo que en el último lustro podemos ver con más asiduidad. Entre las particularidades complementarias está el listón, chorreado, jirón, salpicado, burraco, gargantillo, ojo de perdiz, bociblanco y albardado, entre otros. En cuanto al comportamiento, este encaste conserva la cualidad ir a más. Se arranca pronto y lo hace galopando con alegría y fijeza en los trastos de torear. Dado que el legado de Juan Pedro Domecq y Díez terminó en 1975, algunos de los ganaderos que le compraron ganado han conseguido desarrollar un tipo de toro con características físicas y de comportamiento diferentes según la personalidad de cada criador.

Árbol genealógico