miércoles 18 de septiembre del 2019

«Aumenta la responsabilidad porque sabes que tu toreo encaja en esta plaza, la más grande e importante del mundo"


Paco Ureña es uno de los principales atractivos del abono de esta Feria de Otoño al regresar a la monumental de Las Ventas como triunfador de San Isidro. Lo hará en un mano a mano frente a Miguel Ángel Perera ante toros de Juan Pedro Domecq /Parladé, Núñez del Cuvillo y Victoriano del Río/Toros de Cortés el próximo domingo 29 de septiembre. El torero murciano que está cosechando una gran temporada ha hecho gala de su tauromaquia repleta de pureza y verdad en plazas de toros como las de Valencia, Nimes, Santander, Murcia, Almería o Bilbao, donde protagonizó una tarde que ya forma parte de la historia del toreo al cortar cuatro orejas en una misma tarde. Ureña es uno de los 15 toreros que han posado para la campaña de la Feria de Otoño y mostró sus ganas ante el compromiso de volver a Madrid como triunfador. 


Paco Ureña vuelve a Madrid por la Feria de Otoño y lo hace como triunfador de San Isidro. ¿Nunca dudó en que su presencia en el ciclo estaba garantizada?

 
El compromiso es muy fuerte y la responsabilidad tremenda sea cual sea la fecha en la que estés anunciado en Madrid. Contando que este año se han dado las cosas muy bien en San Isidro y que he podido vivir tardes muy bonitas, soy consciente que volver a Las ventas por la Feria de Otoño pesa bastante. No lo he dudado ni un momento, pero es cierto que pesa más que nunca por el enorme compromiso que implica. Creo que los toreros tenemos que aceptar estos desafíos.
 
Cuenta ya con 18 tardes Madrid desde que confirmó su alternativa en 2013. Desde entonces, 10 oreja en su esportón. ¿Siente que es un torero de Madrid?

 
Tengo que seguir haciendo muchos más méritos para poder considerarme como un torero de Madrid: hacen falta muchos años y más méritos. Soy consciente del cariño que se me demuestra cada tarde en Madrid. Por este mismo motivo aumenta la responsabilidad porque sabes que tu toreo encaja en esa plaza, la más grande e importante del mundo. Todo esto conlleva tener las ideas muy claras y tener siempre presente los méritos que son necesarios para gozar de tal privilegio.
 
La fórmula para su regreso ha sido la de un mano a mano con Miguel Ángel Perera, otro torero de Puerta Grande en la pasada feria de San Isidro. ¿Existirá esa competencia, esa rivalidad, que se espera en un mano a mano?
 
Par mí será un honor torear un mano a mano con una auténtica figura del toreo como es Miguel Ángel Perera, algo que hace unos años para mí era impensable y más hacerlo en la primera plaza de toros del mundo. ¿Rivalidad? Siempre la hay, pero en mi caso no con los compañeros porque cada uno tiene su Tauromaquia, cada uno tiene su manera de interpretar el toreo, y mi rivalidad es conmigo mismo. Soy mi mayor enemigo; siempre estoy peleando contra mí. Esa es la rivalidad que tengo y el compromiso que tengo con la plaza y con Madrid.
 
Está protagonizando una temporada verdaderamente importante. Una temporada en la que no deja de crecer: Madrid, Nimes, Bilbao, Valencia, Santander, Almería… ¿Estamos ante el mejor Ureña?
 
No me gusta poner en mi boca esa típica frase de “estoy en mi mejor momento”. Creo que el mejor momento es el que uno se va labrando día a día y en mi caso, ahora que estoy toreando más seguido, si es cierto que está existiendo una conexión mucho más próspera tanto con el toro como con el aficionado. Hoy sigo creciendo como torero y creo firmemente que todavía queda mucho camino para ver a ese “mejor Paco”.
 
El triunfo en Madrid ya llevaba tiempo rondándole. Un triunfo que se había quedado cerca muchas tardes. Imagino que llegaría a sentir alivio y alegría. La tarde de Bilbao fue impresionante por todas las emociones que desprendió y el poso histórico que dejó. ¿La mejor tarde de su carrera?

 
Fue una tarde muy bonita; una tarde en la que anduve muy equilibrado mentalmente. Muy metido en la tarde. Hice el toreo que siento, ese toreo que no siempre aflora. Se vivieron momentos muy intensos y soy consciente de que ya es una tarde histórica. Pensar que fue en 1964 cuando Manuel Benítez ‘El Cordobés’ sería el último matador en conseguir cortar cuatro orejas en Bilbao me llena de orgullo. Es muy difícil, casi un milagro.
 
Hablamos ahora de la campaña y es regreso al pasado. Un disparo con el que quedan retratados todos los defectos y virtudes de una instantánea. Esta técnica no deja de ser un paralelismo con el arte del toreo, en el que la improvisación y el arte es efímero pero, al mismo tiempo, eterno.

 
Es la magia del momento. Al final puede que esa foto no sea perfecta, pero tiene magia. Creo que ahí reside el misterio, en la imperfección de muchas cosas. En no ser perfecto. En que todo fluya en el momento presente.
 
Verdad, pureza, autenticidad, clasicismo… ¿Con qué adjetivo describiría su toreo?

 
¿Mi toreo? Siempre con el compromiso. Compromiso con el toro y con un público que paga una entrada para ver torear a Paco Ureña. Lo demás, ya lo cuentan ustedes.
 
Esta Feria de Otoño ha conseguido conjugar a figuras del toreo ya consagradas con jóvenes valores que vienen arreando muy fuerte. ¿Es este otro atractivo del serial?

 
A mí me gustan muchas las combinaciones de la feria. Me encantan todos los toreros que van a trenzar el paseíllo en la Feria de Otoño porque son toreros que vienen en un momento muy bueno y precedidos por triunfos muy bonitos e importantes. Una feria en la que se encontrarán, además, conceptos muy distintos y toreos que se han ganado estar en Madrid. Como aficionado, tengo ganas de verlos a todos.