El mal juego del encierro de El Torreón echó por tierra las esperanzas de una
de las tardes más atractivas de la feria. La mayor ovación del festejo fue para
el banderillero Curro Javier, soberbio con capote y banderillas. Juan Mora dejó
algunas pinceladas de su toreo sin redondear una faena. Manzanares volvió a ser
un gigante con la espada pero no tuvo oportunidad para lucir más. Cayetano, en
su única comparecencia en Madrid, se enfrentó a un lote sin opciones. Lo mató
con facilidad.