Alejandro Talavante cortó una oreja al sexto toro de la tarde, manso, como la mayoría de sus hermanos, en una faena construida al hilo de las tablas, plena de oficio y conocimiento. La rubricó con una buena estocada. Hubo también petición al arrastre del tercero, con el que Talavante también acreditó el buen momento por el que pasa. Miguel Ángel Perera y Diego Urdiales trataron de sacar partido de sus toros por todos los medios pero sólo consiguieron conectar con los tendidos en momentos puntuales.