Antonio Ferrera se jugó la vida en la faena al quinto, en la que expuso hasta
el límite. Después de un muy buen tercio de banderillas consiguió mantener la
tensión y sólo el fallo con los aceros le privó de haber cortado su segunda
oreja en la feria. López Chaves volvió a demostrar que no se deja nada dentro
cuando sale a la plaza, pero también que necesita mejorar con al espada; saludó
al arrastre de sus dos toros. Juan José Padilla estuvo activo en los dos
primeros tercios y perdió algo de fuerza con la muleta. Mató a su lote con dos
buenas estocadas; el primero rodó sin puntilla. La corrida de Adolfo fue muy
variada en comportamiento, destacó el tercero, ovacionado en el arrastre.